EL VIENTO Y EL MAR

Desde el viejo balcón puedo ver la playa
Puedo ver el mar, las estrellas y la luna,
las luces y los autos costeando la bahía
pero también veo lo invisible, veo los años
de lo que fue y de lo que quedó en el hoy
de lo que había y la línea hacia lo que hay
estos ojos crecieron, cambiaron, siguieron
pero el balcón sigue inmóvil en el tiempo
quieto he inmerso alrededor de un mundo
mundo que se hunde en el presente
y que nos va dejando solo un vació.

A lo lejos alguien camina por la arena
desde el balcón no sé si es hoy o fue ayer
pero va dejando sus huellas al avanzar
huellas que el mar y el viento borraron
y que a pesar de todo aún están allí
el viento con su insaciable aliento
el mar con sus brazos extendidos
y aún así las podemos ver desde el hoy
porque antes de borrarse las vimos
con nuestros ojos, y fueron imágenes
que el viento y el mar no pueden alcanzar.

Y todo porque los ojos ven los cambios
pero los corazones quedan inertes
esculpidos en forma de recuerdos
en lo que era entes de cada cambio
y a cada paso esta mas y mas lejos
como aquel barco que se va a la mar
y lo vi desaparecer en el horizonte
tanto nos pueden dar sus fuerzas
como nos pueden dar tristezas
esos son los que llamamos recuerdos
los mismos que nos hacen humanos.

Tan importantes serán los recuerdos
que nos acompañan donde vallamos
que vencen todo viento de tiempo
y que vencen todo mar de cambio
que nos guían por todo un camino
pendiente de un hilo invisible
que guarda en él su fiel secreto
Tan importantes serán las almas
que estarán aunque no las llamemos
venciendo la delgada capa de la realidad
con algo mas poderoso tan desconocido