SENDERO

Lejos a la distancia un río negro se va
y llegué al punto en que no hay retorno
vuelo por campos verdes pero en soledad
tan hermosos y no los puedo compartir.
Siempre pensé que no me ibas a querer
y un atardecer liviano me robaste mis alas.
Alejo mi triste mente de tu suave mirada
entonces caigo ardiendo como fuego.
No me queda fuerza para aprender a volar
pero estar solo es lo mas triste de mi vida
y es que nadie regala lo que no existe
porque estoy recibiendo lo que sé dar.
Por tan grandes y duras que sean mis penas
jamás se curaran con el tiempo robado
la vuelta al cambio es lo que en verdad vale
es conseguir para dar lo que no tengo.
Solo es construir todo lo que me falta
y volver al sendero que alguna vez dejé.