Blogia
Kosh

DONDE LAS AGUILAS MUEREN

Nadie debe ir jamás
donde las águilas mueren
tan cerca de aquel cielo de piedra
donde el desierto se hace pradera.

El valor es el refugio de los héroes
en esta era de valores perdidos
bajo el manto de jueces baratos
pesando todo en la misma balanza.

Acariciando las paredes del infierno
ardiendo en penumbras y suspiros
cayendo en un océano de cristal
donde las llamas brillan desde el fondo.

Se derraman los presentes sobre principios
en el vasto campo que nosotros inventamos
pero que solo es una alfombra de augurios
para esconder los residuos que dejamos.

En una realidad que sucumbe con los años
nada se compra si no se vende antes lo viejo
aunque el cambio se lo queden los otros
o venga tarde, seamos viejos, y no nos escuchen.

¿Pero somos cazadores o víctimas?
nos persiguen las flechas de las penas
las que atraviesan todo chaleco anti-balas
para salvarnos de lo que no es “bueno”.

Apenas seguimos el rastro de lo real
y significamos representaciones abstractas
signos de algo que nos compone
y para ubicarnos terminamos perdiéndonos.

Por un día soleado de tono gris opaco
que desmantelamos por puro egoísmo
que forzamos para relucir impecable
cada vez que nos mire el prójimo.

Pero tenemos siempre las botas puestas
para no morir en una cama blanca
mirando el techo de una habitación vacía
sabiendo que así es como vamos a terminar.

0 comentarios