Blogia
Kosh

MUNDO DE MUNDO

Mire el lápiz. Era un lápiz normal, pero lo miraba con tanto detenimiento porque no se me ocurría que escribir. Era de madera, pintado con franjas amarillas y negras. Tenía una pequeña, muy pequeña, apenas perceptible, rugosidad. Lo acerqué lo mas que pude a mis ojos, y lo puse en forma horizontal para percibir a mayor detalle dicha rugosidad que tan solo entonces podía verse con algo de claridad. Eran como desniveles que ni con las yemas de los dedos se lograban sentir. Parecían pequeñas salientes para mí. Permanecí mirándolo y filosofando sin razón.
Eran dos alpinistas, felices por haber alcanzado la cumbre de uno de los miles de picos de aquella cadena montañosa. Se miraron admirando el infinito del cielo y disfrutando aquel estado tan difícil de alcanzar donde se logra saborear una pizca de los misterios que la humanidad nunca logrará comprender.
Entonces uno le dijo al otro: - Siento que alguien nos observa -.
- Yo también – respondió el otro aún mirando al cielo.

0 comentarios