Blogia
Kosh

LA SOMBRA (XXIV PARTE)

A lo lejos se veían hogueras encendidas alrededor del pueblo. Eran los festejos que se preparaban para esa noche, la fiesta de la asunción de la virgen, y en Banyoles se festejaba con fuegos artificiales sobre el lago, comidas regionales, mucho vino y bailes. La gente adornaba sus casas y las calles, los niños se disfrazaban y corrían por las calles jugando. Hasta los más ancianos se entretenían preparando con cintas de colores los carros que recorrían las callejuelas repartiendo pan y dulces. Luego todos se divertían y cantaban mientras se reunían a orillas del lago. Más lejos, del otro lado, se veía el mismo espectáculo del pueblo vecino. Esa noche no había rivalidad ni odio, sólo festejos y fuegos.
La tarde comenzaba a morir y Emilio, libro en mano, convocaba a las fuerzas de la naturaleza, según los tratados incas, para atraer al rayo. Hablaba en un lenguaje desconocido, con palabras complejas y profundas que intercalaba con intervalos de calma, siempre siguiendo al pie de la letra las instrucciones.
- ¿Esto está permitido por la iglesia? – preguntó en un momento Albert.
- Nunca se lo plantearon, creo, pero ¿qué otra alternativa tenemos ahora? – lo cuestionó.
- No es que me oponga, sino que no estoy acostumbrado a este tipo de ritos...
Las nubes de pronto fueron cerrándose cada vez más sobre sus cabezas, el gris claro se tornó en un espeso gris oscuro, comenzó a soplar viento que bajaba de las montañas en ráfagas, la tormenta comenzaba a cobrar vida. A lo lejos se oyeron algunos truenos que brotaron del horizonte e hicieron eco a la distancia. Antes de que la noche terminase de imponerse en el cielo la tormenta ya era un hecho concreto y aunque no caía agua del cielo los truenos y relámpagos relucían amenazantes, el hechizo funcionaba..., o tal vez era una tormenta común y corriente, atraída por el clima cambiante de los últimos días y no por un ritual desconocido. Como fuese, lo sabrían.
Cuando la oscuridad era dueña del bosque se desearon suerte y luego Emilio encendió una hoguera en forma de círculo alrededor de la lanza, se ocultaron tras los vegetales y aguardaron.

0 comentarios