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Kosh

ORDENES

Afuera, parado en soledad en un monte aislado del resto de la humanidad, observo con mi cargo de general, el campo de batalla repleto de cuerpos sangrando, vidas cegadas de inocentes, espadas desparramadas por el diablo y flechas clavadas en el piso, las paredes de un castillo en ruinas en el centro, lanzas y cascos de soldados que vivieron toda una vida hasta ese día. No hay precio para mi perdón luego de caída la tarde, no hay forma de obtener una puerta hacia el pasado, y sin embargo mi carne y mis huesos están seguros, mi cabeza no tiene precio pues la victoria es de mi ejercito. Mis tropas arrasaron con el enemigo, siguiendo las ordenes del emperador, y sin embargo no existe forma de que mis ojos brillen, he ganado la batalla, he salvado mi vida, pero a cambio de perder mi alma.

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