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Kosh

RECUERDOS VII

Esta nublado, casi puedo sentir la lluvia.
Y le pregunté si quería bailar conmigo
entre las grietas de una luz roja brillante
que se interpone en la noche encendida.
Un vehículo avanza entre las piedras
y lo sigo entre las sombras que deja.
Fue casi una eternidad , y todo termina
al saber que nada es poco mas que yo,
entre esas grietas que hay mi alrededor,
pero no cambiaría un destino sin hechos
porque el pronóstico lo dice el tiempo.
Deje la batalla y herido me fui a morir
pero no pude terminar aún mi agonía.
Hoy sigo durmiendo entre las heridas
pero quizá merezco sentirlas por siempre
y aprender que las cosas pasan una vez
y luego pesan por el resto de cada vida.
Hay un tiempo para suposiciones
y hay un tiempo para dejarnos llevar,
en cada paso se abren nuevos rumbos,
senderos iluminados y senderos oscuros.
Y hubo noches sin estrellas en los cielos,
o sueños ahogados en ríos que van al mar
que huyeron a él con el viento del valle,
valle que envuelve distancias con sus brazos,
que quema lo que existe con cada suspiro,
y busca un puerto en la tempestad que causé.
Pero hoy es tan útil como una espada sin filo,
solo porque no estaba pesando en tu balanza.
Fui buscando un barco hundido en el fondo
y deje aquél tesoro del color de las mareas
porque no supe deferenciarlo de la arena.
Y si un día se derrumba el cielo sobre el mar
yo aún voy a seguir en el fondo buscando,
buscando aquello que no vi y que ya no esta.
Entre las ramas de una realidad incierta
aparento saber pero es solo una imagen
para que nadie sepa cuanto estoy perdido
en un lugar de respuestas sin soluciones,
en una vida que viene sin manuales de uso.
Ahora que sabes quien soy el que guardo,
detrás de este disfraz de alguien seguro,
podes aprender a no confiar en mi nunca
porque conoces todo lo que no entiendo.
¿Y porque hay tormentas en el cielo ?
si cuando yo era sembrado nunca llovía.
¿Porque hoy los truenos parten la calma ?
si cuando estaba a tu lado no les temía
y hoy que estoy solo no puedo evitarlos.
Porque me costaba tanto leer tus labios,
quizá es que me muero si no tengo algo.
Es que los misterios eran lo único mío,
lo que queda de lo que fue un camino.
Porque donde hay un alma hay secretos,
armarios para esconder rosas y pecados.
Cuando veía el cielo despejado tenía motivos,
como un soldado desea escapar de la guerra
pero cuando esta termina se queda sin nada
porque esa era la guerra que le daba vida.
Imaginando algo que necesitas no necesitar,
es irónico pero pasa, ¿crees ?, ahí estoy yo,
perdido en un laberinto de contradicciones,
con algo tuyo y un misterio en la mochila.
Miraba por la ventana y estabas sonriendo,
pero un día el vidrio se empañó de un suspiro
y lo usaste para escribir algo que no veía,
era un idioma que no te enseñan en la clase,
lo dicta un solo profesor y es toda la vida.
Y me diste un tiempo para creer en algo,
era un tiempo para soñar y para aprender
y yo lo usé para salir jugar por mi mundo.
Dijiste que no era un juego, pero yo soy así.
Crecimos un rato juntos, no fue casualidad,
y te vi subirte a los árboles y ser una niña
desde un balcón, en una torre que construí
pero no baje para acercarme un poco mas
es que no creí que ibas a encontrar mi alma
sin embargo me distraje y supiste robármela.
No creí que podrías ver dentro de mi torre
y es que me falta aún tanto para aprender.
Me empujaste hasta al borde y un poco mas,
los caminos son muchos y yo perdí tu rastro
no supe ver las nubes bajando del horizonte
y dejé que cubriesen el sol que te iluminaba.
La tormenta pisaba mis talones y yo jugaba
hasta que el cielo se oscureció y dejé de verte
Y ahora es tan simple saber porque no te veo.
Si dicen que luego de cada tormenta hay sol
quizá en un futuro entre los versos del tiempo
se escriba otra página de esta vieja historia
pero huele a final si es que no da para mas.
Tal vez debería comenzar un cuento nuevo
pero aún llevo paraguas cuando salgo a soñar
esperando ver un rayo entre las grises nubes
tal vez porque todavía no lo puedo cerrar.

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