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LOS DIALOGUISTAS

Los científicos jamás habían sospechado como funcionaba aquel rincón desconocido del cerebro, resultaba ser tan profundo que no habían planteado sino más que conjeturas. Todas ellas cayeron como un témpano en el deshielo al desarrollarse la nueva tecnología de la esfera diametral. Así se denominaba a un conjunto de microchips sensoriales que se insertaban en los pasillos del cerebro y recorrían lo que se denominó "el camino del diálogo". En dicho micro espacio físico se desarrollaban todos los diálogos en una velocidad temporal avanzada, es decir que lo que representaba un segundo "humano", allí representaba casi una hora, pero en realidad era porque todo sucedía más deprisa, como en cámara rápida. El aparato recopilaba todo lo que allí se procesaba y la verdadera sorpresa llegó cuando se descubrió "quiénes" definían los parámetros de este diálogo. Pero es que para explicarlo bien mejor sería remitirse a un ejemplo:
En el pasillo central del "camino" llegó la orden de iniciar la respuesta, el mensaje de entrada estaba aún codificado. En el centro de control los "inis" recibieron la información y la procesaron, enviándola luego a una sala de reuniones donde fueron convocados los "exes" correspondientes al proceso en cuestión. El mensaje era "HOLA", pero el informe traía adjunto un archivo con toda la información adicional de la escena, la fuente del mensaje, su historial recopilada por la base de datos de éste cerebro en particular y otros cientos de comentarios adicionales como el tono, el estado de ánimo percibido, la situación correlativa anterior, las últimas respuestas, el nivel de energía proporcionado por el último ingreso de alimento, etc.
Llegaron todos los "exes" puntuales y se sentaron en la mesa luego de saludarse. Estos "exes" habían estudiado la carrera de "respuestas" y eran especialistas, o al menos tenían un master en "saludos", suficiente para considerarse la élite de los cientos de "exes" que aspiraban a, un día, debatir en aquella sala.
- ¿Como están? - saludo genéricamente el coordinador para luego continuar sin esperar respuesta: - éste es el informe - dijo mostrando una filmina con un gran titular que decía: "HOLA" en el centro. Cada uno de los presentes tenía una copia del informe detallado.
- ¿Hora de entrada del mensaje? - preguntó uno.
- mas, menos, nueve cuarenta - respondió el que tenía entre manos los detalles técnicos.
- ¿Lugar? - preguntó otro.
- Recepción de la oficina, saliendo del ascensor y con el objetivo de ingresar.
- ¿Persona emisora?.
- Recepcionista, mujer, veinticuatro, conocida de unos cinco meses, vínculo afectivo B32, Standard.
- ¿Algo más? - quiso saber un tercero.
- La encuentra atractiva, hasta ahora sin encontrar oportunidad de acercamiento pero con la intención.
- ¿Clima? - interrogó uno sentado en el otro extremo.
- La calle estaba fría, pero en el ascensor cambio a templado, en el momento de la recepción del mensaje percibía un leve frío nuevamente, producto de la corriente de aire del pasillo.
- Suficiente - interrumpió el coordinador, - pasemos a las propuestas - dijo luego.
- Démosle un "HOLA" con intento de tono amistoso, demostrando exagerar un poco quizás - propuso el primero.
- Yo optaría por un "HOLA" sencillo, sin ostentar ni sugerir, ¿las cuerdas vocales pueden emitir correctamente? - preguntó.
- Si, ya superaron el despertar, se lavó los dientes y tuvo un diálogo deportivo con el empleado del puesto de revistas. Puede emitir con claridad - concretó.
- Entonces mantengo esta opinión - declaró.
- ¿Que tal un "Buenos días"?, creo que sugiere más.
- Demasiado formal - lo clasificó el que había propuesto el primer "HOLA".
- Tal vez un "¿Que tal? - sugirió otro.
- Puede ser, pero prefiero el "HOLA" - manifestó el anterior.
- Dejamos el "HOLA" de tono amistoso entonces - propuso el coordinador mirando su marcador del tiempo.
Todos se mostraron de acuerdo, o al menos sin demasiadas dudas por lo que se aprobó la respuesta. Esta se envió impresa a los distribuidores que la enviaron a los diversos sectores funcionales correspondientes.

- HOLA - respondió el hombre en tono amistoso a la recepcionista."

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