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Kosh

LA OSCURIDAD

Estaba tan oscuro que no podía ver nada más que un negro opaco que lo abrazaba todo a su alrededor. Temía avanzar, pensando que podía acabarse el piso y caer al vacío, por el mismo motivo temía moverse hacia los lados, o hacia atrás. Así pues, inmerso en la oscuridad absoluta y sin otra posibilidad segura que la de estar inmóvil, se mantuvo durante años. Por fin una tarde, estando cansado de esa vida de oscuridad, decidió arriesgar y dar un paso adelante. Cerró los ojos, levantó un pie y avanzó. Descubrió que había piso y no solo eso, además sus brazos, al estirarlos al frente, tocaron algo que parecia una puerta. No tardó en encontrar el picaporte y al girarlo la puerta se abrió. Entró una ráfaga de claridad que le lavó los ojos, llenando todo de luz. Entonces salió por la puerta para verse en medio de una acera. Al mirar atrás descubrió que su cárcel oscura era una especie de cabina. La gente pasaba despreocupada a su alrededor, entonces se sumó a ellos, alejándose de la cabina como uno más, caminando entre la multitud.

1 comentario

Alberto -

Fabuloso! Se presta a múltiples aplicaciones. Me lo guardo.