VENTANA AL JARDIN (II PARTE)
Fue una mirada fugaz, de esas que se tarda en masticar y digerir, por eso continué al menos un par de escalones hasta que razoné la imagen. De inmediato volví a subir y mirar, pero el bicho ya no estaba. Fui al jardín a buscarlo, al jardín real, bajando la escalera y recorriendo la cocina. Pero ya no estaba, ni había nada, ni había estado nunca allí según mi lógica. Sin embargo había un sector de mí que se negaba a ratificar que había sido una ilusión, era el sector realista, el que sabía que en verdad allí había visto algo...
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