EL CLUB (I PARTE)
El sobre me indicaba como destinatario, sin embargo la carta no tenía ningún sentido. En primer lugar no conocía de nada al remitente, un tal Simón Landivar, y en segundo tampoco conocía la entidad o lo que fuera que representaba, de nombre "ARCON". El papel no daba mayores detalles, simplemente un lugar, un día y una hora y concluía con un rotundo: "lo espero". La firma no daba un nombre claro, sino una frase manuscrita que parecía decir: "las olas son al mar, lo que las páginas a un libro".
¿Que razones me llevarían a cumplir con la cita programada?, creo que la pregunta era que razones no me llevarían a ir, por eso ese día, a esa hora, resultó ser que estaba en el lugar indicado. Era una esquina transitada, a las puertas de la biblioteca nacional. Lo primero que pensé es que encontraría a alguno de pie mirando hacia todos lados, como buscando a alguien, entonces sabría quién era, claro que al estar yo en la misma situación era posible que se acercase él a mí, por tanto decidí sentarme en la terraza de un bar de la calle de enfrente a esperar.
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