EL CLUB (V PARTE)
Se detuvo entonces frente a una pequeña puerta, la abrió y entramos a una habitación sin ventanas.
- Debes ponerte esto encima - dijo el hombre entregándome una especie de sabana azul que colgaba de un perchero. Lo extendí antes de hacer cualquier cosa. Parecía una bata de boxeador, con capucha, pero ésta cubría toda la cara, dejando solo dos huecos a la altura de los ojos para poder ver. En el pecho resaltaba un símbolo extraño, eran como cuatro anillos entrelazados entre sí. No supe porqué le hacía caso, pero me lo puse. Luego salimos y continuamos recorriendo los extensos pasillos.
Por fin llegamos hasta una puerta y me dijo que debía entrar allí. Accedí, la abrí y entré a un gran salón adornado con mucho mármol y coronado al fondo con una chimenea estilo romana. El fuego estaba encendido y lo rodeaban varios sillones dándome la espalda, de terciopelo rojo con altos respaldos que impedían saber si estaban ocupados. La puerta se cerró a mis espaldas y noté que mi guía ya no me acompañaba.
- Adelante - dijo una voz detrás de alguno de esos sillones.
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