Blogia
Kosh

CUANDO CAMINAMOS POR EL MISMO CAMINO

No es de noche ni de día, es un estado nuevo, intermedio. No hay luz ni sombras, es la conservación de la materia. Si no existiría un ser material que nos dice que debemos hacer, cada cuál recorrería su camino, pero no, todos vamos por el mismo camino, un camino de sombras y soles, de nubes y cielos claros, de tormentas y calmas, de vientos y brisas agradables. Cuando el espacio es la mística figura de lo que recorremos, y el tiempo es sólo posible si existe cambio, es imposible por lo tanto detenerse, tan imposible como vivir sin tiempo, dejando tan solo la opción de avanzar hacia delante, y nos obliga por lo tanto a ir por el camino. Las montañas más altas están cubiertas de nieve eterna, que siempre esta en ese mismo lugar, sin moverse, sin ser otra cosa, y apenas si conocen el tiempo. Podemos caminar sin hablarnos o pensar que existe un todo que acumula la existencia y la naturaleza, podemos pensar que no hay nada, por lo que no nos detenemos pero sin saber porqué y podemos creer que no creemos, pero es tan solo otra creencia. En la esfera de los techos vacíos de miradas, esas que colocamos cuando buscamos centrar la mente en algo más que lo que nos ofrece este escenario que denominamos mundo, sobre nuestro papel que llamamos vida, en un entorno que nos separa de nosotros mismos y de los demás, que llamaremos muerte.

0 comentarios