MECANICO DE HUMANOS
- No es posible cambiar al mundo dijo un señor mayor frustrado cuando el niño le preguntó porque existían las guerras. Siempre llega un punto de la vida de cualquier niño que se hace esa pregunta y a continuación la repite, y siempre la respuesta es diferente, pero con el mismo destino.
- Puedes intentar cambiarlo y perder tu ilusión, mentirte diciendo que va a cambiar o no pensar en ello y vivir como uno más de todos los que ves pasar completó el hombre.
El niño miró a su alrededor: la gente iba y venía por la calle con prisas, cada uno concentrado en sus problemas terrenales, el niño reconoció que era ese el mundo en el que le había tocado vivir y debía aceptarlo: - Me gusta caminar, creo que voy a tomar la tercera opción respondió.
Pasó un instante de silencio en el que se oía de fondo el murmullo continuo de la ciudad; autos, bocinas, gente...
- Estamos mal hechos, ¿no? preguntó el niño.
- ¿Cómo? se sorprendió el hombre entrecerrando las cejas.
- Eso, los humanos estamos mal hechos, ¿no crees?, sino porque no podemos arreglar los problemas.
- Bueno, tal vez... pensó sin encontrar respuestas hasta que logró completar: - tal vez así es como debe ser.
- Mi tío tiene un taller, él siempre esta arreglando motores y cuando uno no funciona como se debe dice que esta mal hecho, luego le ajusta algunas cosas, a mi me gusta verlo, además me da a tomar jugo de naranja, y por fin vuelve a encenderlo, hace mucho ruido y termina diciendo que ahora funciona.
- Pero no puede hacerse lo mismo con los hombres, somos mas complejos que un motor.
- ¿Pero no hay alguien que pueda hacerlo?.
- ¿Un mecánico de hombres?.
- Si, alguien que ajuste los tornillos que falten y que haga que no vayan todos así caminando por la calle sin preocuparse por las cosas malas, alguien que sepa que hacer y luego de hacerlo decir que funcionan.
- Ojala lo hubiese, pero no, no hay nadie que lo haga, y si lo hay, no lo hace. Aunque debe tener sus razones, ¿no te parece?...
- Eso debe ser, tendrá sus razones - acordaron. - Quizás no le pagan - insistió el niño, - si a mi tío no le pagan no hace nada.
- Puede ser, o quizás cree que podemos repararnos solos, si es así, creo que se equivoca.
- Si usted lo cree...
- Puedes intentar cambiarlo y perder tu ilusión, mentirte diciendo que va a cambiar o no pensar en ello y vivir como uno más de todos los que ves pasar completó el hombre.
El niño miró a su alrededor: la gente iba y venía por la calle con prisas, cada uno concentrado en sus problemas terrenales, el niño reconoció que era ese el mundo en el que le había tocado vivir y debía aceptarlo: - Me gusta caminar, creo que voy a tomar la tercera opción respondió.
Pasó un instante de silencio en el que se oía de fondo el murmullo continuo de la ciudad; autos, bocinas, gente...
- Estamos mal hechos, ¿no? preguntó el niño.
- ¿Cómo? se sorprendió el hombre entrecerrando las cejas.
- Eso, los humanos estamos mal hechos, ¿no crees?, sino porque no podemos arreglar los problemas.
- Bueno, tal vez... pensó sin encontrar respuestas hasta que logró completar: - tal vez así es como debe ser.
- Mi tío tiene un taller, él siempre esta arreglando motores y cuando uno no funciona como se debe dice que esta mal hecho, luego le ajusta algunas cosas, a mi me gusta verlo, además me da a tomar jugo de naranja, y por fin vuelve a encenderlo, hace mucho ruido y termina diciendo que ahora funciona.
- Pero no puede hacerse lo mismo con los hombres, somos mas complejos que un motor.
- ¿Pero no hay alguien que pueda hacerlo?.
- ¿Un mecánico de hombres?.
- Si, alguien que ajuste los tornillos que falten y que haga que no vayan todos así caminando por la calle sin preocuparse por las cosas malas, alguien que sepa que hacer y luego de hacerlo decir que funcionan.
- Ojala lo hubiese, pero no, no hay nadie que lo haga, y si lo hay, no lo hace. Aunque debe tener sus razones, ¿no te parece?...
- Eso debe ser, tendrá sus razones - acordaron. - Quizás no le pagan - insistió el niño, - si a mi tío no le pagan no hace nada.
- Puede ser, o quizás cree que podemos repararnos solos, si es así, creo que se equivoca.
- Si usted lo cree...
1 comentario
elsacapuntas -
La equivocación reside en buscar lo imposible en vez de buscar los pequeños cambios.