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Kosh

LA PUERTA (IV PARTE)

Giré el picaporte y ésta se abrió hacia dentro. El brillo de pronto se disipó, dejando un espacio oscuro del lado opuesto. Parecía que aquel vínculo con la otra dimensión habría desaparecido, y ahora solo era una puerta que alguien había dejado de pie en medio de la nada. Volví a mirar al rededor, no había nada, era un puerta aislada, sin sentido. De todas formas se me ocurrió pasar al otro "lado". La cerré a mis espaldas y comprobé que nada había cambiado, que solo había dado un paso adelante, atravesando un rectángulo de madera y nada más. Esperé un rato y el grito no volvió a oírse, dejé pasar un rato más hasta que, cansado, decidí volver a la estación de servicio. El hombre ya no estaba cuando me subí al auto y me fui. Pensé que estaría durmiendo en alguna otra parte.
Al principio todo fue bien, pero pasados algunos kilómetros comencé a notar que la ruta ya no era igual, que algo, aún irreconocible, había cambiado. El mundo no era lo que era, porque realmente no era el mismo...

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