Blogia
Kosh

LE TREN FANTASMA (I PARTE)

El señor subió al tren pensando que iba a ser un día común. Como podía imaginar que no existen días comunes en los trenes fantasmas, si los parques de diversiones no tuviesen ese encanto de suspenso, crímenes y misterios nadie tendría una verdadera necesidad de subir a las atracciones, al menos gente como aquel señor, que buscan algo más que un sencillo paseo en un pequeño tren de fantasía, sino que buscan tener, sentir el miedo. Si al subir uno sabe con seguridad que saldrá ileso, no importa lo que suceda en el escuro túnel, no debería llamarse siquiera "atracción", ¿que puede atraer?...
Por eso, uno cada tantos, un elegido, uno que resulte representativo, debe sufrir, debe tal vez desaparecer, y debe ser perfecto, por arte de magia, debe ser inexplicable, fantasmagórico, como el nombre de la atracción lo indica.
Pues el señor subió al tren pensando que iba a ser un día común, pero en cambio no lo fue, el señor nunca salió, desapareció entre los pasillos de atrocidades, ataúdes, momias, vampiros, lobos y almas errantes. Ahora tal vez puede que sea uno más, puede ser que forme parte de aquel mundo siniestro de espectros que deambulan entre los engranajes y los carros...

0 comentarios