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Kosh

EL LEGADO DE LA INSPIRACION

El tercer crepúsculo le dio la inspiración que necesitaba. Estaría sentado en el sillón, con un vaso en la mano, que rebalsaba de recuerdos fríos como los hielos, observando la luz del día agonizar mientras por el fondo las nubes construían y destruían formas. Se habría alejado de los ruidos y de las prisas, esperando encontrar en la quietud de la naturaleza las palabras que se le resbalaban de sus ancianas manos. Los primeros días no habría podido hacerlas salir de sus escondites y la hoja permanecería en blanco sobre el escritorio, inerte en el tiempo que pasaba sin misericordia, consumiendo los restos de vida que habitaban en las ruinas de su cuerpo. Pero todo cambiaría ese tercer día, sin razón más que los caprichos de la inspiración, que viene y va como un lecho de montaña que a veces se seca y a veces sus aguas corren con fuerza y vigor. Escribiría toda la noche, evadiendo el sueño que habría preferido no presentarse a interrumpir.
Y así nacieron sus memorias, los hechos de su vida, en un largo camino que para él llegaba a los últimos tramos, para que, quienes aún nos restan muchas etapas, tengamos una guía para saber elegir la dirección correcta en cada cruce. Nos prestó su experiencia para hacerla nuestra, para tener una visión de los peligros del camino, de los acantilados, las montañas, los mares y los bosques que nos quedan por atravesar para llegar algún día a liberarnos de todo y dejar que nuestro vehículo vuelva a la tierra y el resto aprenda a volar hacia arriba.
Y leyendo se aprende que cuando creemos saberlo todo nos enteramos que no sabemos nada y así se abre el ciclo de las puertas, que nos muestra la siguiente, la que ponemos nuestro esfuerzo en abrir y que cuando lo logramos nos deja en otra habitación donde tenemos otras siete nuevas puertas y cada una con un nuevo desafío.
Esas son las hojas escritas que nos dejó aquel tercer día de inspiración, y beber de sus palabras depende de nosotros, y de nuestra terca pasión por el conocimiento y nuestra sombría percepción de lo que concebimos como realidad.

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