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Kosh

EL HOMBRE QUE NUNCA SONREIA

Había acudido a cientos de médicos pero ninguno lograba curarlo. Su enfermedad era desconocida y única. Podía hablar, masticar, arquear las cejas, comer y todo lo que hace cualquier persona normal, salvo que no podía sonreír. Por algún extraño motivo los músculos de sus mejillas no funcionaban, por tanto no tenía forma posible de mover la comisura de sus labios hacia arriba, es decir, no podía sonreír.
La gente que lo conocía al tiempo se alejaban, su seriedad era chocante, desanimaba y hasta deprimía. No lograba hacer nuevos amigos, ni tenía mujer, su vida era muy solitaria y triste.
Un día acudió por enésima vez un médico y le suplicó algo, cualquier cosa que le hiciera sonreír. Le practicó algunos análisis y el resultado fue el de siempre, que no había manera. Pero no se conformó con la respuesta, y lo amenazó con suicidarse si no lo curaba.
El médico, al ver su desesperación y su situación le dijo que esperase. Abrió un armario que estaba cerrado con candado y extrajo un líquido.
-Esto es un estimulante concentrado, afecta al corazón de forma irreversible y quién lo ingiera muere inevitablemente al cabo de unas horas, sin embargo ataca primero a los músculos sin actividad, por lo tanto le hará sonreír.
Al día siguiente encontraron su cuerpo sin vida. Estaba recostado en el sofá, a su lado había fotos de toda la gente que había conocido en su vida y de la gente que conocía. En su rostro aún se veía una gran sonrisa de felicidad.

UNA PIERNA MENOS

Lastre es lo que me sobraba en un planeta pesado, por eso quedamos que todos iríamos con una pierna menos. Entonces pasamos cada uno por la operación, y nos dieron unos aparatos para no perder el equilibrio, si de todas maneras viviríamos allí hasta la muerte, no tenía sentido la otra pierna. Pero lo que no previeron los científicos fue el tema de los cráters, que meter una pierna resultaría un problema a la hora de salir, por eso es que ahora debemos ir con mucho cuidado, sabiendo que si queremos sobrevivir debemos tener bien claro donde pisaremos.

PASOS ADELANTE

Ella estaba aprendiendo una forma de hacerme invisible entre las horas de tránsito, para buscar algo que no podía entender. Creía que buscaba un arco iris verde y que hablaba demasiado por teléfono, y que no podía dar marcha atrás ni cambiarse las memorias. Cada paso que uno da en la calle queda marcada en el lugar, una huella imborrable y que marca el camino, que no es una forma de ser sino una regla de juego. Y si las páginas pasan y los capítulos son otros, nuevos, escritos con tinta húmeda, es porque cualquier cosa puede suceder mañana.

EL DESHIELO

Uno y uno da lo que quieras, si sabes sumar bien y mejor si sabes subir mal. Mejor aún si a la derecha esta el precipicio y a la izquierda la montaña y mejor que mejor si el camino se angosta. Pero las relaciones son como hielos en vasos que se deshielan y luego se vuelven a congelar. Sin embargo aún no encuentro el paso, y si me lo prestan no lo podría aceptar. No es cuestión de odiar, sino sería como odiar a la vida misma, y sabemos que no es de mala intención que nos trata así la vida, sino que se dedica a apuntarnos en los juegos y nosotros somos los que los jugamos. Si no estamos entrenados podemos perder y para entrenarse hay que jugar. Vuelta a vuelta, perdiendo y ganando. Ser el sereno obliga al mantenerse en vela y ser el incierto que nos da amores perdidos, y sueños desencadenados y pasiones encontradas entre las nubes. Ser parte de tu historia no muere en al morir el invierno y al transitar el verano. Ya es ser parte de un mundo de sensaciones atravesadas, juego de palabras y resignación de haberse sabido que las cartas no siempre las tenemos cuando las necesitamos y al jugarse, plantarse y tirar podemos ganar algunas manos y perder otras. No es frustración, porque no hay otro destino más merecido que el que nos plantea las consecuencias de nuestras obras, y si sobraba niebla cuando avanzamos y ahora vemos el paisaje claro solo vemos nuestro camino y si nos pasamos en algún cruce es tarde y nada más.

ESPERANDO UNA SEÑAL

Subió al monto y miró al cielo y se preguntó si es que existía algo, una fuerza, una señal. Pasaron cinco, diez, quince, veinte minutos y… nada, ni una sola muestra.
Insistió, se quedó dos, tres, cuatro horas y… nada, no llegaron signos de aquel ser superior que todo lo sabe y todo lo puede.
Se canso y bajo, dejando el monte en la soledad de la tarde que se teñía de noche con las estrellas.
Entonces, a sus espaldas y sin que pudiera percibirlo, una luz se hizo sobre el espacio donde había estado de pie mirando al cielo y, de la nada inundó aquel lugar de esperanza.

OTROS TIEMPOS

El padre le dijo que no lo toleraría, solo porque se quería instalar la última moda, un ojo en la nuca. Las cámaras habían avanzado tecnológicamente lo suficiente para que la resolución fuese cuatro veces mejor que la de un ojo humano, y podía enfocarse más velozmente y no se desgastaba o si fallaba podía cambiarse. El inventor del ojo artificial solo tomo una de las cámaras y creó u sistema de movimientos administrado por el sistema de impulsos nerviosos del cerebro, entonces el resto fue sencillo. De inmediato comenzó a comercializarse, primero para los ciegos, el objetivo original del inventor, pero de pronto, y con la ayuda de grandes corporaciones y de campañas de marketing, se convirtió en una moda y toda la gente quería tener más ojos de los dos que la ofrecía la naturaleza.
- hablemos mientras ingerimos – propuso la hija. Ya no existían los alimentos como se conocían en otras épocas, no era necesario matar animales o vegetales, todas las cadenas de proteínas, minerales y demás moléculas útiles para el organismo podían reproducirse tomando átomos de la naturaleza mineral, inerte y combinándolos en las cadenas adecuadas y en las dosis exactas. Así la pasta que se ingería era perfecta, el scanner leía exactamente lo que necesitaba el cuerpo y la máquina ofrecía por entonces la cantidad exacta de los componentes óptimos. El problema antes era el gusto, pero como en el fondo el sabor también se componía de diversas moléculas que ejercían sensaciones en las papilas gustativas, se podían crear artificialmente sin que fuese físicamente posible percibir la diferencia. Con este método pronto se había terminado el hambre en el mundo y tampoco resultaban necesarios los animales y vegetales, aunque por supuesto que se mantenían ejemplares en reservas de cada especie para que el ser humano pudiera contemplar como vivían y convivían en el pasado. Y ya no existían los vehículos, luego de la era de combustibles líquidos limitados se habían creado los ilimitados pero luego un científico descubrió como variar el núcleo electromagnético de la tierra, generando movimiento de un cuerpo por coordenadas de un punto a otro. Su equipo trabajo hasta lograr un vehículo para el cual se fijaba una coordenada de origen y otra de destino y enviaba una onda al centro magnético de la tierra modificando apenas sus características, pero lo suficiente como para mover entre las coordenadas al vehículo. Al interactuar deferentes vehículos con polos iguales se podían evitar las colisiones y así dejaron de existir los accidentes de tránsito.
- En estos tiempos los jóvenes creen que pueden hacer lo que quieren – le dijo el padre.
- No puedes hacer nada, ya tengo edad suficiente para tomar decisiones, lo dice la ley. Además todos mis amigos lo tienen.
- De acuerdo, pero que sepas que en mis tiempos nadie permitiría algo así, y sabes porqué, porque eran tiempos mejores.

VER EL PARTIDO O BUSCAR EL ALMA

Una tarde que estaba creando un dios se me escapó el alma. También, todo el mundo sabe que una de las causas más comunes de la pérdida del alma es la creación de dioses, es lógico que las almas destruyen la correa que las adhiere y huyan.
Traté de atraparla antes de que llegase a la ventana pero no logré darle alcance, es que las almas sueltas vuelan a una velocidad increíble. La llamé por lo lejos pero no hizo caso, es que una vez libre son como los perros malcriados, no hacen caso. Pensé que podía ver el partido y luego salir a buscarla pero luego, por precaución, decidí que lo mejor sería salir de inmediato en su búsqueda. Fui directo al parque, a mi alma siempre le gustaron los lugares abiertos, ver el cielo estar cerca de la naturaleza. Pero allí no estaba. Temí entonces que hubiese ido a la Terminal a sacar un pasaje para el sur. La última vez que se me escapó había hecho eso, por suerte llegue antes de que saliera el autobús y pude hacerla bajar. No se porque tiene tanta manía con conocer los glaciares y ver las cumbres nevadas y los lagos y todas esas cosas, como si con la televisión no pudiera verlo.
Pero en la Terminal tampoco estaba. Cansado decidí volver a casa y continuar al día siguiente, por una noche sin alma no pasaría nada malo, esta claro que no podría soñar ya que es bien sabido que los sueños necesitan del alma para alimentarse, pero que más daba.
Camino a mi casa pasé por un bar irlandés y la vi, allí estaba en la barra creyendo que pedía una cerveza negra. Me senté en un taburete a su lado y la incorporé nuevamente a mi cuerpo. Nos tomamos la cerveza juntos y volvimos a casa a tiempo para ver el partido.

EL ENVÍO

No existía un espacio preciso, pero las instrucciones decían que había que ubicarlo en el sitio exacto. Entonces marqué una cruz y allí lo dejé. Pasaron ciento treinta años y la persona encargada lo extrajo de aquel lugar y lo llevó de vuelta a casa.

EL MISTERIO DE LA PIRAMIDE

Fue el primero y único en descubrir la entrada a la gran pirámide de Akipa, un faraón de la primera época del auge egipcio. La monumental obra estaba cubierta por una duna de arena en el desierto y, tras el tedioso análisis de antiguos papiros descifrados con códigos y acertijos logró obtener una suerte de ruta que partía de las ruinas de una ciudad situada a las orillas de Nilo hasta el punto en el que se encontraba. Cayó sobre una pared de arena hasta dar con algo que parecía piedra. Quitó más arena hasta encontrar la forma de una puerta con extrañas inscripciones. Utilizando un sistema de poleas pudo abrir la puerta y dejar a la vista un oscuro túnel rectangular. Ingresó con linternas y cuidando cada paso. Era consiente de que las pirámides solían contar con mecanismos de trampas para eliminar a los intrusos y a los ladrones de tumbas, se podían activar al pisar una baldosa, tocar una piedra o simplemente al atravesar un pasillo, sin embargo no creía que aquella pirámide tuviese ese tipo de sistemas ya que Akipa era famoso como faraón por su buen corazón y su bondad. Nunca durante su reinado había condenado a nadie a muerte y en las batallas perdonaba a sus enemigos. Sin embargo tendría algún modo para evitar que le robasen sus pertenencias o su cuerpo momificado por lo que no se distraería. Recorrió una infinidad de pasillos, escaleras ascendentes y descendentes y cámaras desiertas hasta que por fin encontró una luz al final de un largo pasillo rectangular. Al llegar a su fin descubrió que estaba en la puerta por la que había ingresado. Molesto pero aún con energías volvió a entrar a la pirámide.
Más o menos dos horas habían pasado cuando volvió a encontrar la puerta por la que había entrado. Ya era tarde, durmió en aquel lugar y al día siguiente volvió a intentarlo, esta vez dibujando un mapa al avanzar para asegurarse de no repetir el camino. No fue suficiente y pronto estuvo en la puerta otra vez. No logró saber donde había doblado de más o que había hecho mal. Lo intentó una vez más atándose una soga a la cintura que fue dejando en el camino. Pronto volvió a encontrar la soga y el pasillo de entrada y salida.
Siguió intentándolo hasta que consumió todas sus provisiones y debió volver a la ciudad. Antes decidió tapar la entrada y juro que si alguien le preguntase sobre la pirámide diría que no la había encontrado ya que no era lógico decir que la había encontrado pero que se había perdido una y otra vez en su interior.
Y aquel sería el misterio eterno de la pirámide, un truco por el cuál, sin hacer daño a nadie, los restos del faraón quedarían por siempre inexpugnables.

LOS CORDONDES DESATADOS

Pasó alguna vez durante una de las tantas batallas de caballeros de la edad media baja, que un príncipe del mal preparó una emboscada a los arqueros del buen señor feudal y le salió mal. Resulto ser que en lugar de arqueros por aquel estrecho del bosque pasó el fuerte de caballería y los escuderos del rey. El ataque fue un fracaso y el príncipe fue acorralado en contra una cañada y cayó por el barranco dejando su cuerpo sin vida tendido sobre las ramas de un antiguo roble. Pero antes de morir maldijo el bosque y a las almas de sus asesinos.
Aquel árbol, ciento cincuenta años más tarde fue derribado por una tormenta y su tronco sirvió de madera para encender la hoguera de una malvada bruja que habitaba en aquel rincón escondido del bosque. Sus hechizos apestaban de desgracias a los de la comarca hasta que un buen día fue quemada en su propia hoguera con leña del mismo roble. Antes de morir maldijo el fuego y el alma de sus asesinos. Sus cenizas se esparcieron por las tierras del bosque.
Pasaron trescientos años y una empresa taló por fin aquel bosque y utilizó la tierra para hacer cultivar algodón. Se utilizaron primero esclavos que trabajaron maldiciendo la tierra y a esos cultivos por los cuáles vivían y morían. Por fin las cosas mejoraron y así se llegó al tiempo moderno.
Y aquellos cultivos aún perduran y sirven de materia prima para hacer sobretodo cordones planos de zapatos y otros calzados. De allí la industria textil realizó los mismos cordones que en este momento tienen mis zapatos y todas las maldiciones que acumularon durante su historia son la sencilla explicación de porque en este momento, y cada vez que estoy apurado, mágicamente, se desatan.

SEÑUELOS PARA CAZAR BUENOS DIAS

Creo tener las piezas que desarmaron el puzzle. El lugar que debía encontrarme al cabo de la décima fiesta, y es que si no voy a vivir por siempre es mejor vivir, y por eso las cosas van a mi manera, al menos hasta que alguien con más poder que yo sobre mi mismo me diga lo contrario. El destino no juega pero esta de espectador y no pienso perder mas trenes hacia donde quiero ir. No voy a dejar de regalar pero también voy a abrir mis regalos, quién sino puede decirme que contienen las cajas. Y si el mundo se planta de cara delante le voy a pedir permiso para pasar y lo pienso esquivar. No es que no tenga sueño ni sueños, pero hay tiempo para soñarlos y tiempo para vivirlos, y no puedo dejar señuelos para cazar un buen día, eso se busca, se pule y se hace brillar, como las perlas.

REQUIEM O ALGO ASI

Si no supiera ver las cosas cuando las tengo frente a mi menos las podría reconocer de lejos, y como soy hombre no me paro en esos detalles ni cabe mencionarlos, pero no quita que entre líneas sepa agradecer esa indefinición que se define amistad o algo por los alrededores, por eso es que no pienso agradecerlo que pasáramos tanto tiempo y momentos juntos, mentiras y verdades, novias rubias y morenas, snowboards wakeboards y saltos al vacío, fiestas y más fiestas y otras más, sombras y paraguas, golpes, mardelplatas y bariloches, olavarrias y barcelonas, rutas y choques, horas de parciales y finales sufridas para ser un poco más educados, buenas y malas, sonrisas y de lo contrario, y de por medio nuestro peso en alcohol tantas veces, pocas palabras que dicen mucho, billetes en idas y venidas. Los kilómetros no nos alejan y espero verlo en mi funeral algún día, aunque no seré el que lo invite como en un casamiento o esas otras. Y no pienso, que me maten, decir nada bueno porque no va en mi sangre, pero se entiende que en el fondo se siente y saber que hay una mano con quien compartir los desconsuelos y los buenos sabores que nos obliga esta rara paranoia que se define vida. Que quede claro que no espero gracias y no se habla más.

ULTIMAS NOTICIAS DE LAS OLIMPIADAS DE ANIMALES

Una manada de búfalos cruyó nadando croll el canal de la mancha. Al parecer irían a las olimpiadas de animales de granja que se hace en Cartagena, participan los gemelos fantásticos en forma de gallos.
Androides destructores parecían venir del espacio exterior, doblando la segunda luna de pluton (tambien conocida como la luna de pascual rambert) del lado de la vereda de enfrente, y se disfrazarán de micos con mochilas llenas de naranjas espaciales para pasar desapercibidos y así competir y ganar todas las medallas y llevarselas a su planeta, venciendo así a los pobres mamíferos terricolas. Por suerte un yorugua buen tipo de esos que viajan con el mate dajo el brazo reapartiendo los convido de pasada con un mate frío. Les gustó y se tomaron como tres termos cada cuál y a continuación les agarró tremenda descompostura que salieron cual perdices en celo al baño del ovni donde vineron. Resumen, se alejaron tristes de la tierra recorriendo todas las nubes y sin enterarse siquiera que en el pique a la nave batieron el record de cien llanos, por tanto la medalla se la dieron a la tortuga veloz, pero al detectarle asteroides y un pote de voligoma, se la dieron al ballenato. Se lo anda buscando pues, para entregarle la medalla.
Seguiremos informando

EL MUNDO QUIERE PIZZAS

Terminé el día y descubrí que era un día especial, cumplía doce años de trabajar como repartidor de pizzas. Era un record, nadie conocía a un repartidor que hubiese durado tanto tiempo. Era una profesión dura, llena de riesgos, recorriendo en una pequeña y vieja moto las calles ida y vuelta, una y otra vez, tocando timbres y dejando las pizzas. Había llegado a la conclusión de que el mundo no podía vivir sin pizzas, que el mundo quiere, necesita de aquel alimento.

SIN TIEMPO

Se cruzó en la ruta, lejos, cerca de barracas, se hecho a la fuente su alma, y dejó su corazón por buscar lo que más quería, un viento que deja de empujar cuando se termina el dolor, y se termina lo que nunca comenzó. Ya estaban las fichas jugadas y el buitre sobre el hombro de su casa antes de que pudiera ver la luz. No se puede esperar más, y siempre hay un espacio para pedirle a Dios perdón, pero yo si fuese el no lo daría.

MENTIRA SABIA

Caminaba La Sabiduría por un sendero estrecho, y llegó a un cruce donde se encontró con La Mentira. La Mentira, un poco engreída, le dijo que tenía prioridad de paso porque tenía mayor poder. La Sabiduría le dijo que no estaba en lo cierto, además de aclarar que tener mayor poder no era síntoma de un derecho prioritario de paso. La mentira le dijo que sí que lo era, y que además ella era más famosa que su colega. La Sabiduría negó esta segunda afirmación aclarando que su fama era mayor pero que se ocultaba bajo un perfil bajo. La Mentira recurrió entonces a la fuerza, pero La Sabiduría sabía siempre lo que haría y asi la evitaba. Siguieron discutiendo un largo rato y no llegaban a ningún acuerdo hasta que La Mentira se cansó, sin embargo al final La Sabiduría, una vez vencedora, le cedió el paso a La Mentira. Esta, asombrada, le preguntó el porqué. - Esta claro, pero no has utilizado el mejor argumento - replicó La Sabiduría, - La Mentira siempre precede a La Sabiduría.

INFINITO

Se repetía una y otra vez la pradera inerte abrumando con su infinitud. La carreta avanzaba lenta y temblorosa por la huella de fango que apenas desemprolijaba el paisaje. El problema era que aquel camino no llegaba a ningún sitio, el horizonte al fondo era el único fin con el que se podía contar, el único sueño al que se podía alcanzar, y por definición era igualmente inalcanzable.

SIEMPRE UNO MENOS

Me puse a hacer las cuentas, mis números. Creo que todos lo hacen con sus propios números, es decir, cuanto tienen hoy, cuanto van a gastar mañana y pasado y si alcanza para todo, también cuando voy a tener más, en fin, esas cosas. En general todo me cierra, más allá de que el resultado no sea bueno siempre, más de una vez se complicó el escenario para llegar a fin de mes y hubo que cancelar algún gasto planificado o buscar alternativas, pero eso no viene al caso. El hecho es que realicé las cuentas y me daba una diferencia de menos uno. Vale, es cuestión de revisar los números, los revisé y nada, seguía la diferencia allí, inmóvil. Un poco más preocupado volví a hacer las revisiones pertinentes, pero no pude hallar la diferencia. Me propuse hacer los cálculos una vez más, y una vez más, y así transcurrió toda la noche, hasta que por fin tuve que dejarlo, o en realidad me vi obligado a hacerlo al quedarme dormido sobre el escritorio. Al día siguiente, al despertarme y ver que el menos uno seguía allí sentí la necesidad de resolver el incidente, por lo que llamé al trabajo para anunciar ausencia por problemas personales. Así trascurrió el día, pero al no poder solucionar la diferencia debí pedir un día más. Al cuarto día me visitó un amigo que se centró en el problema al notar mi preocupación, entonces resultamos ya dos los perjudicados por la diferencia. Por fin vino un tercero que en lugar de caer en la tentación de resolverlo propuso llevarlo a los matemáticos. Fuimos a la facultad de ciencias exactas donde planteamos el problema del uno menos y dejamos que lo tratase en una pizarra mientras observábamos sin terminar de comprender las complejas fórmulas. Al principio, por el orden de los procedimientos y la seguridad que presentaban los expertos parecía que lo resolverían pero luego comenzaron a mostrar signos de preocupación, terminando por mostrarse nerviosos y confusos.
Decidieron, luego de muchas horas de debate, enviarlo a otras universidades del mundo, por tanto se adjunto el problema en un mail que se envió de forma masiva. Al día siguiente el mundo entero parecía estar intentando resolver el problema, se hablaba en los diarios y noticieros, por la calle y se hacían debates abiertos en las plazas. Esa mañana, mientras había decidido darme el primer momento de descanso desde que había comenzado el cálculo. Decidí poner un poco de orden en la sala, entonces mirando debajo del sillón encontré una moneda de uno, justo la que necesitaba para cerrar mis cuentas.

NAVEGANDO

Me compré un barco, estaba en oferta porque le faltaba el timón, pero me pareció mucho más interesante opr ello. Salí a navegar del puerto por la tarde y dejé que el mar, el viento y las corrientes me guiasen. Ahora estoy a la deriva, esperando ver tierra, en realidad no me preocupa, tarde o temprano encontraré una isla y entonces podré estar seguro de que aquel lugar será ideal para mí, ya que será el que me deparó el destino.

POR LA CIUDAD A LA NOCHE

Una noche que me acorraló sin anciedad por el sueño dejó escurrirme a las veredas ocres con la excusa de un paquete de cigarros. Aprovechando que la avenida descansaba del tráfico diario en silencio y me resultó interesante caminar por el centro de ella, sientiendome más dueño de la ciudad y de la noche de aquella extraña manera. Me pareció que las líneas pintadas me decían que era demasiado tarde, me informaban hacia donde caminar y los carriles que no debía pisar aquella noche. No es que los que pintasen aquellas líneas blancas discontinuas tuviesen la intención, sino que la ciudad de algúna forma tiene vida y nos dice, nos advierte, nos protege o nos induce al peligro, de acuerdo a su estado de ánimo. Ese día los edificios se veían inquietos, sin embargo no me pedían nada en especial, ni me impedían dejarme fluír por sus pies. Llegué por fin a un bar donde encontré lo que buscaba. El hombre de la barra pareció sorprenderse al ver a otro ser similar entrar por aquellas horas, parecía ser que había pasado demasiado tiempo desde que le había ocurrido lo de cruzarse con uno de su especie. Salí sin saludar, una vez más la ciudad me observaba y pareció sonreír sabiendo que nada podría hacer yo para modificar sus paredes, incñuso aunque se sintiese mal. Me tentó un banco a sentarme y fumar uno amparado en la tranquilidad que me ofrecía el ambiente, en realidad me parecía justo quedarme un rato más en su gigante compañía. A lo lejos alguna sirena descortés incidía en la paz pretendida, pero no llegaba a desentonar con el paisaje. En ese momento me tenté de irme a mi hogar, pero entonces debí reconocer que mi hogar era ese, es decir la ciudad completa.